El anuario 2011 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) considera la contaminación plástica en los océanos como uno de los tres principales problemas medio ambientales emergentes a nivel mundial. Una vez en el medio ambiente, la exposición a los elementos hace que el plástico se desintegre en pequeñas moléculas. En los océanos, criaturas marinas de todos los tamaños – desde los crustáceos a las tortugas – confunden el plástico por comida. Ha sido demostrado que por los menos 263 especies diferentes sufren de problemas vinculados a la contaminación plástica. La ingestión de plástico resulta en la muerte de varios mamíferos y aves marinas. Por ejemplo, en la isla de Midway Attol al medio del océano Pacifico, 2 de cada 5 bebe albatros mueren de hambre por que los albatros adultos los alimentan de plástico en vez de comida orgánica.
Es posible que la contaminación plástica también sea una amenaza directa a la salud humana por que consumimos peces que han consumido plástico tóxico. Durante el proceso de desintegración, el plástico se vuelve tóxico, liberando químicos tal como Bisphenol A (BPA), Styrene Trimer, y Styrene Monomer, cuales son conocidos por perturbar el ciclo de reproducción y causar cáncer. Además, los pedazos de plástico que flotan van absorbiendo por su camino más elementos tóxicos, tal como contaminantes orgánicos persistentes que desechamos a la atmosfera y el mar.